La ley antiinmigrante impulsada por el gobierno del estado de Arizona, Estados Unidos, abre la puerta al odio y a la intolerancia, afirmó hoy el presidente de México, Felipe Calderón.
Durante una reunión con el Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, el gobernante mexicano expresó que los lazos de amistad, de comercio, de turismo y culturales entre México y Arizona, se ven seriamente afectados por este tipo de legislación.
La legislación aprobada el viernes pasado en Arizona, estado fronterizo con México, permite a la policía estadounidense detener a cualquier persona sospechosa de ser un inmigrante ilegal.
Al respecto, Calderón dijo que esa ley no sólo afectará a los mexicanos, sino también a los mexicano-estadounidenses, que también serán objeto de persecución injusta, con esta legislación si no se detiene.
Señaló que esta circunstancia tan adversa tiene que ser un acicate para fortalecer y para incrementar la unidad y la organización de los mexicanos en Estados Unidos, y particularmente en el estado de Arizona.