Las declaraciones de dos nuevos testigos sobre el caso de una célula terrorista neutralizada en abril de 2009 en Santa Cruz confirman hoy los planes de la banda de dividir a Bolivia.
Según el testimonio del secretario de Cámara de la Corte Departamental cruceña, Marco Monasterios, apresado y trasladado la víspera a la ciudad de La Paz, se ratificó la información proporcionada antes por Ignacio Villa, alias el Viejo, sobre la implicación de varios líderes políticos y cívicos cruceños en los afanes separatistas.
El testigo ofreció nuevos detalles incluso sobre la creación de los grupos de choque que se conformaron en Santa Cruz, como el caso de la milicia municipal.
Otro de los imputados, Gary Prado Araúz, hijo del ex general Gary Prado Salmón, que comandó las tropas que participaron en el combate final del mítico revolucionario Ernesto Che Guevara, en Ñancahuazú, en 1967, aseveró que fue su padre quien tuvo vínculos con el jefe del grupo paramilitar.
Prado hijo, fue consultado sobre el registro de un número de teléfono móvil en uno de los celulares del jefe de los extremistas y explicó que la línea está a su nombre, pero que es usada por su padre, el general retirado Prado Salmón.
El 16 de abril de 2009, un comando liderado por el boliviano-croata Eduardo Rózsa Flores fue abatido en el cruceño Hotel Las Américas.
En la acción murieron también sus colaboradores Arpád Magyarosi, húngaro-croata, y Michael Martin Dwyer, irlandés.
Dos días después fueron detenidos Mario Tadic, boliviano con pasaporte croata y Elod Tóásó, húngaro, quienes están en prisión preventiva en la ciudad de La Paz.
El fiscal Marcelo Soza, a cargo de la investigación, imputó a los dos aprehendidos por terrorismo y alzamiento armado.