Néstor Kirchner se reunió ayer, por más de una hora con el bloque de diputados oficialistas, para infundir ánimo a la tropa legislativa, y analizar los trazos de la política económica del Gobierno, que aparecen más auspiciosos que la difícil tarea parlamentaria, que deben afrontar como primera minoría.
Kirchner no hizo alusión a su posible renuncia como diputado nacional para asumir la presidencia de la Unasur, aunque ante una pregunta sobre el tema, consideró que ambos cargos son incompatibles. En cambio, aseguró que participará de la sesión que debatirá el proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo, para votar a favor de la iniciativa, que el bloque K acompañará mayoritariamente.
Le puso su firma a un proyecto de respaldo al juez español Baltasar Garzón por su labor a favor de los derechos humanos, y evaluó como positivo el dictamen de los senadores para habilitar por ley, el uso de reservas del Banco Central y propuso avanzar con la reforma a la ley de quiebras, para facilitar el trabajo de las fábricas recuperadas.
El presidente del PJ habló unos 40 minutos ante 83 de los 87 miembros del bloque de diputados del oficialismo, y media docena de aliados, entre los que se contaban santiagueños del Frente Cívico, el mendocino Jorge Pampa Alvaro, y la salteña del Partido Renovador, Mónica Torfe.