Las diferencias entre el gobierno boliviano y la siderúrgica india Jindal Steel se agudizan hoy tras la decisión de la firma de detener sus operaciones de explotación de hierro en el yacimiento El Mutún de Santa Cruz de la Sierra.
Por su parte, el ministro de Minería, José Pimentel, quien podría comparecer este miércoles ante el Senado para esclarecer la situación, anunció que su país ejecutará dos boletas de garantía por 18 millones de dólares porque la compañía incumplió el contrato suscrito en 2007, y dejó de invertir lo comprometido.
La autoridad precisó la víspera a la prensa que Jindal invirtió sólo 12 millones de dólares de los 600 millones de dólares acordados para los dos primeros años.
Además, la firma dejó de presentar su plan de inversiones y no renovó las boletas de garantía, aclaró.
Jindal firmó un contrato de riesgo compartido por 40 años para explotar el 5 por ciento de la mina hierro del Mutún y a la vez anunció inversiones por dos mil 100 millones de dólares los primeros ocho años, a un ritmo de 300 millones de dólares en el primer quinquenio.
El presidente de la estatal Empresa Siderúrgica Mutún, Sergio Alandia, ratifico por su parte que la parte boliviana iniciará la explotación de la otra mitad de la mina, en manos del Estado.
Explotar el otro 50 por ciento del yacimiento de mayores reservas de hierro en Suramérica, es una decisión del gobierno para antes del 2015 producir acero boliviano.
De acuerdo con Alandia, inicialmente se iniciarán trabajos de producción en busca de recursos para invertirlos en el mismo proyecto, el cual pretende también industrializar el producto del cerro.