Cristina cumplió ayer una apretada agenda que incluyó una reunión privada con su par Alan García, con quien encabezó la firma de una decena de acuerdos, el más importante de ellos, el de asociación estratégica, presidió la constitución de la Comisión Binacional Empresarial y almorzó con más de 300 empresarios.
Por la noche, la primera mandataria fue agasajada con una cena de honor en el Palacio de Gobierno, sede del Ejecutivo.
La visita de Estado que finaliza hoy pone otra vez en el más alto nivel, a las relaciones bilaterales entre Argentina y Perú, según coincidieron los mandatarios de ambos países, ya que pasaron 16 años hasta que un presidente argentino volvió a pisar tierra peruana en el marco de un viaje de este nivel.
Durante el primer día de estadía en Lima y en reiteradas oportunidades, Cristina destacó que su presencia en la nación andina representó una visita de desagravio y reparación histórica, tras la venta ilegal de armas a Ecuador durante la gestión de Carlos Menem mientras Perú estaba en guerra con Ecuador.