Radio en vivo

Hacé click acá y escuchá La Verde FM 94.1 en vivo!

jueves, 10 de diciembre de 2009

A través del arte, ciudadanos bolivianos exigen justicia climática‏


 Artistas bolivianos protagonizaban hoy una jornada político cultural que tenía lugar en el céntrico Paseo del Prado de la ciudad de La Paz, con el fin de exigir justicia climática y medidas para evitar daños a la Pachamama, la Madre Tierra.
  La velada, organizada por la Fundación Solón, bajo el lema, Yá quién nos devolverá nuestros nevados, reunía a reconocidos creadores del país del altiplano.
 De acuerdo con un comunicado de esa entidad no gubernamental, la protesta ciudadana pretende amplificar las voces de los movimientos sociales ante la vulneración de los derechos humanos y los de la naturaleza como consecuencia del cambio climático.
 Asimismo, exigirá a los países desarrollados detener la contaminación del medio ambiente. 
 En el marco del encuentro, el artista plástico Marcelo Yaksic presentaba una instalación en la que proyecta el deshielo acelerado del emblemático Illimani, a seis mil 462 metros de altitud.
 La exposición refleja de manera dramática los efectos del cambio climático sobre los nevados bolivianos, los cuales, según estudios, podrían desaparecer en los próximos 20 ó 30 años.
 En ese riesgo, además del Illimani, se encuentran el Tuni Condoriri y el Wayna Potosí.
 Esta situación preocupa a autoridades y a expertos, ya que los citados glaciares suministran agua a dos importantes represas que abastecen a las ciudades de La Paz y El Alto.
 En Bolivia desapareció un glaciar más pequeño y frágil, el Chacaltaya, el cual constituía un elemento sustancial de las culturas andinas, fuente de recursos hídricos y la pista de esquí más alta del mundo.
 El hielo en la cima de esa elevación, a unos cinco mil 300 metros sobre el nivel del mar y a dos horas de esta ciudad, empezó a desaparecer en los años 80.
 El 71 por ciento de los glaciares tropicales que se encuentran en la Cordillera de los Andes están en Perú, el 20 por ciento en Bolivia, el cuatro por ciento en Ecuador e igual por ciento en Colombia.
 Su desaparición pone en riesgo los suministros de agua, energía y alimentos para millones de personas.