Los presidentes de todos los bloques definen si aceptan la medida judicial que rechazó una integración mayoritaria opositora. El kirchnerismo propone el esquema de representación por mitades con un referente no K como titular.
Pocos son los temas que desvelan al kirchnerismo en el Congreso. Uno de ellos es evitar el rechazo a los decretos de necesidad y urgencia, una de las herramientas en las que descansa la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. El fallo que volvió atrás con todo lo actuado por Julio Cobos y privó a los opositores de la posibilidad de ser mayoría en la bicameral que resuelve sobre los DNU fue recibido con júbilo por los senadores del partido de gobierno. Se reparó una injusticia, fue lo primero que declaró el rionegrino Miguel Ángel Pichetto. Más allá de la alegría de los oficialistas por haber encontrado una buena noticia en los tribunales, Pichetto aseguró que estaría dispuesto a retomar el frustrado acuerdo que intentó con el radical Gerardo Morales. Fórmula que si bien mantenía ocho oficialistas y ocho opositores en la bicameral, le daba a la oposición la presidencia y el voto de desempate.
Lo que hicieron fue estéril, fue inútil. La UCR está llevando a Cobos a cometer un error tras otro, afirmó el jefe de la bancada K. Para el rionegrino, la resolución firmada por el vicepresidente vulnera derechos adquiridos por los senadores. Concretamente el de la tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich, que fue desplazada para dejarle un lugar al cordobés Luis Juez. Con ese cambio, la integración de la bicameral quedó con nueve representantes de la oposición –con quórum y mayoría– y siete del oficialismo. Y con esa composición firmó el lunes el dictamen de rechazo al DNU que creó el Fondo de Desendeudamiento.