lunes, 8 de marzo de 2010
Catedrático argentino denuncia planes de magnicidio contra Hugo Chávez
El asesinato del presidente de Venezuela, Hugo Chávez está entre los planes de Estados Unidos para acabar este año con la Revolución Bolivariana, denunció el politólogo argentino Atilio Borón.
Según el experto, ex secretario general del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales , el Clacso, el magnicidio es una de las opciones que Washington tiene para recuperar el dominio imperial en la región.
El catedrático de la Universidad de Buenos Aires consideró que esos planes no se han realizado porque Estados Unidos teme a la reacción popular en Venezuela y otras partes de la región, y que tampoco saben cómo van a reaccionar las fuerzas armadas venezolanas y ese ha sido otro factor contentivo, ahondó.
Borón dijo que los planes estadounidenses incluyen una derrota del chavismo en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre próximo para que la oposición asuma el control del legislativo, mientras que el paso siguiente sería declarar incompetente a Chávez para gobernar, una fórmula que el imperio ya probó con éxito en Honduras, dijo en referencia a la reciente salida del poder del presidente hondureño Manuel Zelaya.
De acuerdo con el analista, una tercera alternativa, mucho más cruenta, sería provocar un conflicto con Colombia en la porosa frontera común, para justificar la intervención de tropas norteamericanas en territorio venezolano.
Colombia actúa como portaviones terrestre de Estados Unidos, y desde las siete bases donde están instaladas tropas estadounidenses se actuaría militarmente contra Chávez después de una escalada del conflicto bilateral, señaló Borón.
Esos planes forman parte de la estrategia dominadora de Washington para asegurar el control de importantes recursos hídricos, energéticos y de biodiversidad que hay en la zona.
Para el catedrático de la Universidad de Buenos Aires, los imperios necesitan de un largo camino para desmoronarse y en ese proceso de decadencia suelen ser muy peligrosos, y que a pesar de los claros indicios de decadencia, Estados Unidos sigue siendo un eje irremplazable en el sistema capitalista mundial desde el punto de vista político y económico.