Amparados en la jurisdicción universal que rige para los crímenes de lesa humanidad los familiares de dos víctimas de la dictadura de Francisco Franco en España, entablaron en nuestro país una demanda judicial contra el genocidio en ese país.
A los 90 años, el español Darío Rivas, es uno de los demandantes cuyo padre, Severino Rivas, fue alcalde de Castro de Rei, Lugo, y fusilado en 1936. Su cuerpo fue encontrado e identificado en 2005, en una fosa común, después de una larga y solitaria lucha de familiares.
El otro caso fue presentado por la argentina Inés García Holgado, sobrina nieta de Elías García Holgado, fusilado cuando era también alcalde y diputado en Salamanca. En 1936 fue encarcelado por el franquismo y fusilado un año después.
Esta presentación fue acompañada por el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y diversos organismos de derechos humanos, entre ellos las Madres de Plaza de Mayo.