Asamblea ONU, lista para pedir investigación de guerra en Gaza
Decenas de naciones dieron su apoyo a una resolución de la ONU que exige que Israel y los palestinos investiguen las acusaciones de crímenes de guerra en el conflicto en Gaza, formuladas en un reporte criticado por Israel y el Congreso estadounidense.
La resolución no vinculante sobre el reporte Goldstone, que se prevé sería aprobada por la Asamblea General de 192 naciones, también pide al secretario general de Naciones Unidas, Ban ki-Moon, que envíe el reporte de 575 páginas al Consejo de Seguridad de la ONU.
El reporte, encargado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y publicado el 15 de septiembre, criticó a ambas partes en el conflicto que se extendió de diciembre del 2008 a enero del 2009, en el que murieron más de 1.000 palestinos y 13 israelíes, pero fue más duro con Israel.
Diplomáticos dijeron que existen pocas posibilidades de que el reporte o la resolución redactada por países árabes pueda conducir al castigo de alguna de las dos partes. Pero el documento ha enfurecido a Israel y a los judíos estadounidenses.
En el debate en la asamblea, enviados árabes alabaron el reporte del jurista sudafricano Richard Goldstone y exigieron el final a lo que calificaron como la impunidad del Estado judío. Pero Israel condenó el documento, declarando que fue concebido en odio y ejecutado en pecado.
No existe veto en la Asamblea y la resolución lucía encaminada a ganar una mayoría. Pero con unos 50 enviados en la lista de oradores, principalmente de países árabes y otras naciones musulmanas, la sesión agotó su tiempo y el debate fue aplazado hasta el jueves.
Estados Unidos, país aliado de Israel, es uno de los pocos países que se espera votará contra la resolución. En una clara advertencia al Gobierno, la Cámara de Representantes instó el martes al presidente Barack Obama a oponerse al apoyo de la ONU a las conclusiones de Goldstone.
Se prevé que la mayoría de los miembros de la Unión Europea de 27 naciones se abstendría, aunque diplomáticos dijeron que ya hay negociaciones en progreso con los países árabes para acordar un texto que los europeos puedan apoyar.