El juicio oral y público, contra Mauricio Macri, por su presunta pertenencia a una asociación ilícita, montada al amparo de la Jefatura de Gobierno porteña, para espiar a enemigos familiares y opositores políticos, tomó ayer forma de posibilidad concreta, más que de hipótesis.
La Cámara Federal, rechazó el recurso de apelación, que Macri anunció que no presentaría, y finalmente presentó, contra la confirmación del procesamiento. Lo hizo con argumentos puramente jurídicos, pero cerró una puerta, que pudo haber estirado los tiempos para que Macri, y los otros acusados, entre ellos el frustrado titular de la Policía Metropolitana, Jorge Fino Palacios y el presunto espía Ciro James, se sienten en el banquillo de los acusados, frente a un tribunal integrado por tres jueces, con todas las luces apuntadas sobre sus rostros.