Los medios de Brasil, ya apuntan a la conformación del gabinete de la candidata oficialista Dilma Rousseff. La economista encabeza la intención de votos, y podría ganar en la primera vuelta, lo que preocupa a la oposición. Su principal contrincante, el socialdemócrata José Serra, hasta apela a la imagen de Lula para remontar su campaña.
Lula mientras tanto, salió a calmar los ánimos, y pidió a sus seguidores no caer en el exitismo prematuro. Las elecciones son como la minería: sólo se sabe el resultado después del conteo, advirtió el mandatario brasileño.
En la principal fuerza de la oposición, el Partido de la Social Democracia Brasileña, nada es optimismo. El antecesor de Lula, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, criticó la estrategia de campaña de Serra. Para Cardoso, es incorrecto el discurso del candidato socialdemócrata, que en un spot se muestra abrazado a Lula. En esas imágenes, se presenta a los dos políticos como verdaderos líderes, lo que sería un intento de la socialdemocracia, de criticar la supuesta falta de experiencia política de Rousseff, y de acercarse a Lula, que deja la presidencia con una popularidad récord, cercana al 80 por ciento.