El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha ratificado el Estatuto para la Igualdad Racial, un texto con fuerza de ley, cuyo principal objetivo, es corregir la discriminación histórica, que ha sufrido la población negra en materia de oportunidades y derechos.
La democracia brasileña ahora es más justa y representativa, con la entrada en vigor del Estatuto, y ahora somos todos un poco más negros, un poco más blancos, un poco más iguales, declaró Lula, tras la ratificación de la nueva ley, celebrada el pasado martes. Alrededor de 90 millones de brasileños, son de raza negra, descendientes de los africanos traídos a la fuerza como esclavos.