A una semana del inicio del conflicto, que mantiene paralizada la facultad de Medicina, la presidencia de la Universidad Nacional de La Plata, jugó ayer la carta más fuerte: intercedió directamente ante el ministerio de Educación nacional, para que flexibilice los plazos de aplicación de la norma, que establece exigencias, y otorga la acreditación a las carreras de Ciencias Médicas.
La gestión intenta desempantanar la discusión entre el decanato y los estudiantes, que se mantienen firmes en la protesta, y ayer dieron una demostración de fuerza, con una multitudinaria marcha al Rectorado que apoyaron sectores extra universitarios.
El presidente de la universidad, Fernando Tauber, convocó a una reunión para hoy, a las autoridades de la facultad, y a los estudiantes, por separad, para formalizar la propuesta.