Dos altos jueces federales fueron denunciados por su participación en la entrega y apropiación de un bebé durante la dictadura. Se trata del miembro de la Cámara de Casación Penal, Wagner Mitchell, y de Jorge Martínez Sobrino, integrante del Tribunal Oral 6, que justamente lleva adelante la megacausa por el llamado plan sistemático de robo de niños. La presentación fue realizada por un grupo de familiares de desaparecidos y la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense y detalla la acción y omisión de estos magistrados en el caso de Simón Riquelo. El hijo de la uruguaya Sara Méndez, secuestrada en Buenos Aires en 1976, recuperó su identidad en 2002.
En 1976, Jorge Martínez Sobrino era secretario de actuación del Juzgado Nacional de Instrucción 16 encabezado por el juez Mitchell. Allí llegó Simón, de 20 días de vida, el 14 de julio de 1976, apenas unas horas después del secuestro de su mamá. Según consta en el brevísimo expediente de adopción, los funcionarios judiciales dispusieron rápidamente entregar el niño al subcomisario Osvaldo Parodi, quien finalmente se lo apropió.