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jueves, 5 de noviembre de 2009

    Los vertidos de un carguero frente a la costa de Madagascar   causan graves daños en la zona


La población de Faux Cap sufre problemas respiratorios, disturbios intestinales y enfermedades cutáneas, todo a consecuencia del naufragio del carguero Gulser Anna, que contaminó las aguas y las costas del extremo sur de Madagascar. El carguero, que navegaba bajo bandera turca, se hundió en la noche entre el 25 y el 26 de agosto, y los problemas de salud de la población malgache han sido denunciados en un estudio realizado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (WWF). La investigación destaca que los problemas de salud se suman a las dificultades económicas de la población local, unos 40.000 habitantes.
La mitad de la población de la zona sobrevive gracias a la industria pesquera, especialmente de la pesca de langostas que estuvo prohibida durante varias semanas después del naufragio.
El estudio del WWF denuncia también las consecuencias ambientales del naufragio, en especial la destrucción de una parte de la barrera coralina, la desaparición casi total de algunas especies raras, como del llamado cangrejo de arena, y la mortandad más elevada de moluscos, contaminados por las sustancias tóxicas que transportaba el carguero.
La organización también relaciona con el naufragio el hecho de que nueve ballenas encallaran en las costas meridionales de Madagascar en el mes de septiembre.
Según los expertos, los fosfatos de la carga de la nave no son directamente nocivos para el ser humano, pero su abundancia en el mar ha acelerado la proliferación y la descomposición de las algas, un fenómeno que aumenta la producción de toxinas.
Según el WWF, para limpiar las manchas de hidrocarburos que cubrieron 30 kilómetros de playas en la costa al este de Faux Cap, los trabajadores no recibieron las vestimentas y herramientas adecuadas para llevar a cabo la tarea, lo que habría causado graves consecuencias para su salud.
El estudio afirma que en toda la región la cadena alimentaria se ha visto alterada de manera significativa, y que el impacto ambiental, tanto para la población como para el ecosistema, se manifestará a lo largo de los años.
Las causas del naufragio siguen siendo desconocidas a pesar de que el Gobierno malgache iniciara una investigación. Según fuentes de prensa internacional, el propietario del Gulser Anna pagó a la población local como indemnización unos 73.000 euros.
El buque mercante cargó 39.000 toneladas de fosfatos en Lomé, Togo, y después de hacer escala en Sudáfrica volvió a partir hacia la India.
En el año 2006 la Unión Europea incluyó al Gulser Anna en una “lista negra” de barcos considerados peligrosos y por lo tanto no autorizados a acercarse a las costas del viejo continente.