Barack Obama le declara la guerra a Fox News

El escándalo llega a Estados Unidos con un cruce de misiles discursivos entre la Casa Blanca y la cadena conservadora de noticias, nos informa hoy Crítica Digital.

Como una emulación de la guerra entre el Gobierno argentino y el Grupo Clarín, en Estados Unidos la Casa Blanca abrió un frente interno contra la cadena conservadora de noticias por cable Fox News. Desde hace varios días, los funcionarios de Gobierno no dejaron de lanzar acusaciones contra esta cadena, que fue favorita durante la Administración republicana y que cuenta con algunos de los comentaristas de derecha más críticos del Gobierno actual, como Glenn Beck, quien llegó a llamar al presidente estadounidense, Barack Obama, "racista".

El punto más delicado se alcanzó cuando Beck, un conductor radial de derecha que tiene un programa de televisión en el canal, originó una campaña que acabó con la dimisión de Van Jones, asesor de la Casa Blanca para asuntos medioambientales.
A su vez, el mes pasado Obama concedió entrevistas a cinco canales de televisión distintos para hablar sobre la reforma sanitaria, pero dejó afuera a esta cadena, en un hecho que fue muy comentado en los medios estadounidenses, según informa la agencia de noticias EFE.
La primera en presentar públicamente la contienda fue la directora de Comunicaciones de la Casa Blanca, Anita Dunn, quien hace diez días aseguró que la cadena actúa "casi como el departamento de investigación, o el departamento de comunicaciones, del Partido Republicano" y, como si lo fuera, el Gobierno comenzó a responderle. "No hace falta fingir que éste es el modo en que las verdaderas organizaciones periodísticas se comportan", declaró Dunn.
Como resultado, el director de Fox News, Michael Clemente, emitió un comunicado en el que aseguraba que la Casa Blanca había decidido "declarar la guerra contra un medio de comunicación" y el gobierno respondió que no tiene ningún problema con los corresponsales de esta cadena pero que el mayor problema ocurre en el horario vespertino, cuando la retransmisión de noticias en vivo deja paso a programas de comentario político.

Desde entonces se ha producido una continua toma y daca de recriminaciones entre la cadena de noticias y la residencia presidencial. Fox niega que su cobertura sea parcial. Esta semana, altos funcionarios comparecieron en las principales cadenas de televisión para explicar la posición del Gobierno en asuntos como la reforma sanitaria o la guerra que libra en Afganistán. De nuevo, Fox quedó excluida.
En tal sentido el domingo, el asesor político de Obama, David Axelrod, doblegó la apuesta y declaró que "no son solamente los comentaristas, es mucha de su programación. Si la ves, no son realmente noticias". En un sentido similar se ha pronunciado el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, quien aseguró que "nuestra opinión se basa en algunas de sus coberturas y en la justicia de sus coberturas". Del mismo modo, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, aseguró que "el presidente no la percibe (a Fox News) y nosotros tampoco la percibimos como un medio periodístico, en tanto que tiene una perspectiva" en sus informaciones.