El ministro de Justicia, Julio Alak, sostuvo que las condenas aplicadas a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez son -ejemplares- y -dan cuenta, en forma contundente, de que en la Argentina de hoy no hay otro lugar que la cárcel, para los responsables del genocidio más atroz que registra la historia argentina del siglo veinte-.
Fue después que el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Córdoba condenó a Videla y a Menéndez a la pena de prisión perpetua. Los encontraron culpables de los delitos de tormentos, homicidio y privación ilegal de la libertad por hechos ocurridos en esa provincia durante el último gobierno de facto.