La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, dijo ayer que la salud y la seguridad públicas serán las dos áreas prioritarias en el período de cuatro años de gobierno que iniciará el primer día de enero.
Dilma, que la próxima semana hará su primera salida al exterior acompañando a Lula a la cumbre del G-20, que se celebrará en Corea del Sur, señaló que -todos los países, menos China y los Estados Unidos, perciben que hay una guerra cambiaria- y dijo que la historia muestra que ese tipo de conflicto no tiene soluciones parciales.
La presidenta electa, economista de profesión, juzgó riesgoso iniciar un proceso en el cual cada país ejecuta -una política de devaluación competitiva de las monedas- y recordó que -la última vez que ocurrió algo similar, eso llevó a la Segunda Guerra Mundial-.