Los presidentes sudamericanos arribaron anoche a Buenos Aires, y evaluaron, encabezados por la presidenta Cristina Fernández, una postura común, para enfrentar el intento de golpe de Estado, que sacudió a Ecuador. La Unasur volvió a funcionar, de esta manera, como un núcleo de integración importante en momentos delicados, como cuando fue derrocado Manuel Zelaya en Honduras y, más recientemente, cuando Venezuela y Colombia, amenazaron con dirimir sus diferencias políticas, mediante un conflicto bélico. Cristina, como anfitriona, recibió anoche a los jefes de Estado, en el Palacio San Martín, donde se reunieron de urgencia, tras haber sido convocados por Néstor Kirchner, en su rol de secretario General del bloque.
En sintonía con la presidenta, Néstor, optó por la misma reacción diplomática, que se puso en marcha en Santiago de Chile a mediados de 2008, cuando Evo Morales, fue hostigado por un levantamiento similar, al que afrontaba anoche el presidente ecuatoriano.