Los presidentes de Ecuador y Chile, Rafael Correa y Sebastián Piñera, coincidieron en Quito, que el respaldo de los gobiernos de la región a la democracia, está más allá de las ideologías.
El presidente de Chile viajó cinco horas, a pesar de su apretada agenda, para expresar personalmente a su colega ecuatoriano, en Quito, el apoyo absoluto a la democracia, al pueblo ecuatoriano y al presidente Correa.
El pasado 30 de septiembre, un grupo de policías inconformes por el recorte de beneficios laborales, aprobada en una ley sobre servicio público en la Asamblea Nacional se sublevó en Quito, lo cual fue calificado por varios gobiernos de América Latina como un intento de golpe de Estado.