El libro No hay silencio que no termine, presentado el martes, en Nueva York, por la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien fuera rehén de las guerrilleras FARC, por más de seis años, ya comenzó a generar polémica en Colombia.
Una de las controversias más fuertes, la ha cruzado con su ex compañera de cautiverio Clara Rojas, su fórmula vicepresidencial, para los comicios del 2002, de quien relata situaciones comprometedoras.
La crónica de su secuestro por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, también narra la relación de Betancourt con los estadounidenses, con quienes sostuvo un trato tirante, así como otras situaciones vividas, en las selvas colombianas.