El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, repudió las agresiones, que ayer recibió el juez español Baltasar Garzón en Córdoba, durante la audiencia del juicio por la represión ilegal en la Unidad Penitenciaria 1, en la que están imputados, entre otros, el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla, y el ex jefe del Primer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez.
Atribuyó Alak el hecho, a grupos minúsculos, que no se resignan a la política permanente, inexorable y ejemplar que desde 2003, se lleva a cabo desde el Gobierno Nacional, para juzgar y castigar, con la aplicación de la ley y la justicia, a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad.
Por su parte el juez Garzón, dijo ante los incidentes, que los juicios significan la demostración, de que la sociedad no se rompe, sino que se reintegra mucho más; significan la reconciliación de las víctimas y la sociedad general con la justicia, y el resarcimiento de las víctimas, que durante muchos años, por leyes de impunidad, no pudieron acceder a la justicia.