Porque la realidad es compleja, pero también única, las partes nunca dejan de ser parte de un mismo todo. En los últimos días se produjeron varias noticias, algunas verdaderas y otras no tanto, pero que a nuestro entender, deben ser leídas de forma entrelazada, ya que construyen un escenario político bastante singular.
Primero, una supuesta diferencia de nuestro país con respecto a Uruguay, en cuanto al monitoreo del río, en lo referido a la incorporación de Brasil en dicha tarea. Después la renuncia del canciller Jorge Taiana, por “diferencia irreconciliables” con respecto al gobierno nacional, y el nombramiento del embajador argentino en los EEUU, Héctor Timerman, en el puesto vacante, por ser esta persona, un “Ultra K”, a diferencia del anterior, quien le habría dado el visto bueno a Uruguay, en cuanto a la incorporación de Brasil, sin el consentimiento del gobierno, en un hecho de “deslealtad”, agravado por ofrecerle al monopolio Clarín la primicia del asunto. Toda la prensa opositora salió a agitar estas diferencias irreconciliables de Taiana, y la figura de soldadito K de Timerman, incluso dándole letra a políticos opositores, que como Carrió dijeron que con Taiana, se iba lo único bueno que tenía este gobierno. El hecho concreto, fue que Taiana de puño y letra le envió su renuncia a la presidenta, aduciendo cuestiones personales, mientras que desde su entorno manifestaron que si bien dejaba el cargo, el ex canciller permanecía firme en las filas del kirchnerismo.
Ayer domingo leíamos la nota de Eduardo Anguita en Miradas al Sur, referida al viaje al exterior de Ernestina Herrera de Noble, y que lleva como título “Un viaje de ida”, y a partir se esa lectura se nos prendieron algunas lamparitas. La dueña del multimedios habría partido primero haciendo escala en Uruguay, para desde ahí viajar a los EEUU.
Como sabemos en pocos días se sabrán los resultados de los ADN de Marcela y Felipe, y se sabrá si en verdad, ellos son o no, hijos de desaparecidos, cosa que complicaría notablemente la situación judicial de Herrera de Noble. La estrategia de los directivos y principales espadas del multimedio, quienes estarían silenciado este viaje, habría sido planeada según Anguita, como una verdadera jugada de ajedrez, y consistiría en que la dueña de Clarín, sea considerada por el entorno de Obama, como una víctima de la persecución política del gobierno argentino, por ser ella, la imagen y la historia de la libertad de expresión en la Argentina. Esta operación conlleva una correspondencia mediática, en tratar de hacer semejar al gobierno de nuestro país con el gobierno de Venezuela. Recordemos que ante la renuncia de Taiana, esgrimieron también, que fue por diferencias con el ministro De Vido, en cuanto a hechos de corrupción de ambos países, en los cuales el ex canciller no quiso quedar involucrado.
Cuando uno lee el currículo de Héctor Timerman, quien entre otras cosas fue cofundador de America´s Watch, la organización de DDHH, más importante de los EEUU, y que tiene carácter de observadora en la ONU, así como que fue miembro del Comité de Dirección del Fund for free Expression, que es una organización que combate la censura en todo el mundo, sumado a que Timerman fue una pieza clave en cuanto al acercamiento, entre los gobiernos de Cristina y Obama, la sensación que da su nombramiento como canciller, es que éste es un movimiento muy importante con respecto a la jugada de ajedrez que intenta el monopolio, mucho más cuando Timerman es uno de los que compromete seriamente al grupo, en cuanto a sus declaraciones acerca del la apropiación ilegal de Papel Prensa durante la última dictadura militar. Es decir que éste, es un verdadero enroque, en una partida donde el jaque mate no parece lejano, teniendo en cuenta el fallo de la Corte que destrabó la cautelar de Mendoza, con respecto a la Ley de Servicios Audiovisuales, y la proximidad de la verdad sobre las pruebas de ADN de los hijos adoptivos de la dueña del grupo.
Consta además que Timerman, eligió a Alberto D´Alotto como viceministro, quien además de jefe de gabinete de JorgeTaiana, era una pieza clave en la gestión anterior de la cancillería, cosa que de alguna manera, muestra que no hay cambios sustantivos, en la política exterior como algunos medios nos quieren hacer creer.