El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró posible una solución a la histórica demanda boliviana de una salida al mar con la cesión de un corredor pero sin soberanía al norte del río Lluta.
El gobierno chileno no está de acuerdo con la entrega de un enclave marítimo a Bolivia, y por esto Piñera frenó la oferta de un enclave marítimo que su predecesora, Michelle Bachelet, pretendía firmar con Bolivia.
Se trataba de una idea que habían trabajado ambos países desde 2007, que era la posibilidad de un enclave boliviano sin soberanía en el litoral del país, al sur de la quebrada de Camarones y al norte de la ciudad de Iquique.
Bolivia reclama una salida al Pacífico desde que, junto a Perú, fue derrotada en la Guerra del Pacífico en el Siglo Diecinueve, cuando ambos países perdieron miles de kilómetros de territorio y costas a manos de las fuerzas chilenas.