La victoria de la izquierdista Dilma Rousseff, de 62 años, en las elecciones presidenciales del domingo generó una diversidad de felicitaciones tanto del gobierno de Estados Unidos como de España, Portugal y de las naciones latinoamericanas.
El presidente estadounidense Barack Obama llamó por teléfono a Rousseff para felicitarla por su victoria, y la invitó a visitar su país. Obama mostró interés en dar continuidad a proyectos estratégicos con el gobierno brasileño, como los vigentes en el área energética, informó el asesor de la Presidencia brasileña Marco Aurelio García.
En tanto, el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero transmitió su enhorabuena a la presidenta electa de Brasil, y dijo que -seguiremos trabajando para que las relaciones entre nuestros países sigan teniendo un nivel magnífico-.