La investigación sobre el asesinato de Mariano Ferreyra, logró ayer los primeros avances, pero también tropezó con algunos obstáculos. Varios testigos identificaron a Daniel González y Roberto Prado, ambos delegados de la Unión Ferroviaria, como los agresores de los militantes del Partido Obrero que manifestaron el miércoles en Avellaneda.
Esta madrugada, la fiscal de la causa recibía en su despacho el testimonio de un testigo clave que profundizaba las pistas sobre los hechos violentos que derivaron en el asesinato del militante. Según fuentes cercanas a la causa, se trata de un trabajador de la zona sur que presenció los hechos y estaría en condiciones de identificar a los autores del asesinato. El testigo declaró bajo identidad reservada y solicitó ser protegido. Sin embargo, el líder de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, no pudo reconocer a nadie de su gremio en las filmaciones que le exhibió la fiscal Cristina Caamaño. Y un abogado que supuestamente iba a aportar el nombre del agresor se retiró de la fiscalía, revelando vagamente la identidad de un manifestante, que dice haber visto quien disparó.