La jueza Sandra Arroyo Salgado, al frente de la causa que busca averiguar, si Felipe y Marcela Noble Herrera, son hijos de desaparecidos, ordenó ayer al Banco Nacional de Datos Genéticos, determinar el estado de conservación, de las muestras existentes de sangre y saliva, tomadas en diciembre de 2009. Además, pidió a la Policía Federal, que investigue a los responsables, por el allanamiento irregular del 28 de mayo de este año, cuando se secuestró ropa de los jóvenes, para obtener su perfil genético, pero luego se comprobó, que estaba contaminada con varios ADN.
En la resolución firmada ayer, Arroyo Salgado, aclaró que la medida busca establecer la idoneidad y aptitud pericial, de todas las pruebas obtenidas el 29 de diciembre del año pasado, y en el allanamiento del día siguiente, cuando se secuestraron efectos personales de los jóvenes.
Según fuentes de la causa, los análisis de las muestras almacenadas, podrían comenzar la semana próxima, con la apertura de los sobres en el Banco, que funciona en el Hospital Durand, y ante la presencia de todos los firmantes, cuando se tomaron las muestras.