Dos años después, de iniciar un proceso de entrega de tierras improductivas, el gobierno cubano ha cedido en usufructo, poco más de un millón de hectáreas, a productores privados, aunque más de la mitad aún está sin explotar.
Sólo el 46 por ciento del total entregado, está en utilización, reveló hace unos días, el director del Centro Nacional de Control de la Tierra, Pedro Olivera, quien lanzó así, una alarma sobre la producción de alimentos, un tema considerado como estratégico, por el gobierno de Raúl Castro.