Para los 33 mineros que fueron encontrados vivos, luego de 17 días atrapados en el interior de un yacimiento de cobre y oro en Chile, comenzó una nueva etapa de esperanza. Lo esencial, ahora, será preservar la cordura, para soportar los meses de encierro que les esperan, hasta que pueda cavarse un túnel para rescatarlos.
Los ingenieros abocados al rescate dijeron que podrían tardarse hasta cuatro meses, cerca de la Navidad, para cavar un segundo hoyo de unos 68 centímetros de diámetro, para que los mineros puedan ser sacados uno a uno. No obstante, en la mañana de ayer, familiares de los mineros seguían celebrando. Varios afirmaron, que no habían podido pegar un ojo por la emoción, mientras compartían el desayuno, y esperaban nuevas imágenes del interior de la mina.