El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, emergió como responsable de agravar la crisis entre Venezuela y Colombia, tras denunciar Ecuador, su negativa a cumplir con el deber de preservar y afianzar la paz en la región.
Insulza desestimó la reiterada petición del canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, a nombre de su gobierno, para realizar consultas con los restantes países miembros, antes de convocar una sesión para conocer las acusaciones colombianas contra Venezuela.
Patiño calificó a Insulza de irresponsable y señaló que había demostrado su incapacidad para manejar la situación presentada, lo cual lo inhabilita para cualquier gestión destinada a resolver el problema ahora existente.
Ante esa actitud asumida por Insulza. surgió la intervención de la Unión de Naciones Suramericanas, la UNASUR, como la posibilidad inmediata, de una acción mediadora para evitar el agravamiento del incendio alimentado por la reunion de la OEA.